sábado, 14 de junio de 2008

Pureba de publicación

adfadfadsfasdfadsfadsfasd





domingo, 2 de marzo de 2008

La demagogia campa a sus anchas

Había ido yo hoy a un mitin de Izquierda Unida en la Ciudad de los Ángeles, uno de los barrios de Villaverde. Había ido bastante confiado porque me dije a mí mismo: "Vamos a ver qué dicen y después si no estoy de acuerdo lo expreso en mi turno de réplica". Desconfiado de mí.

El ponente (del cual no me acuerdo su nombre). comenzó diciendo generalidades que ya todos sabemos: que si el empleo es precario, que hay que proteger a mujeres, jóvenes y ancianos, que si España se está desindistruializando (como si alguna vez lo hubiese estado)... Después continuó dando "soluciones" o, hablando en llano, propuestas a esos problemas. En realidad es lo que hacen todos los partidos políticos. Van, dicen algunos de los problemas que tenemos (obviamente no los más acuciantes, porque eso podría sublevar a la gente) y nos invitan a votarles porque ellos van a solucionarlos. Continuó el mitin la buena persona haciendo charcarrillos sobre el PP y el PSOE. A mí de pequeño cuando mi madre me llevaba al médico me compraba luego un tebeo del Botones Sacarino (que me gustaba mucho) para que riéndome se me olvidase el mal rato que había pasado. El ponente seguía el mismo método. Por último el ponente justificó un futuro pacto de Izquierda Unida con el PSOE diciendo que aunque el PSOE sea parecido al PP no es lo mismo, logrando al final la cuadratura del círculo diciendo que ellos son republicanos, pero que no importaba la forma del Estado sino su contenido (un republicano monárquico de los muchos que abundan en los partidos políticos). El mitin se cerroó sin ronda de preguntas (pobre de mí, que era un mitin y no una conferencia).

Me quedé sorprendido en cierta manera, aunque no será porque no me lo esperaba. No se dio ninguna solución a los problemas que se propusieron. Aparte se mostró una ceguera impresionante cuando se dijo que la Economía se decidía en el Parlamento. Eso es como tendría que ser, pero es que la Economía no se decide en el Parlamento. Se decide en el Parlamento Europeo en cierta medida y en mucha mayor medida en despachos privados, como por ejemplo el del Señor Botín, o en los despachos del Santiago Bernabéu (porque los partidos de fútbol sirven para otras cosas a parte de para distraer a la plebe), o en alguno de los despachos de los políticos mientras venden licencias o, en última instancia, en la Bolsa porque los inversores pueden decidir si un país se va al garete o no. Por último, y yo ya no me sorprendo de estas cosas, se decía que la forma del Estado no importa sino su contenido. Hombre, yo creo que algo sí que importa, porque no es lo mismo una Dictadura que una Democracia, por muy buena que sea la Dictadura (¿hay dictaduras buenas?).

La gente al final del mitin aplaudió, cosa que no logro comprender. ¿En realidad sabían por qué estaban aplaudiendo? ¿Qué habían ido a ver allí? ¿Un partido, una corrida de toros? ¿Tenían idea de lo que ese buen señor les había contado? Si no entendían lo que les habían contado, ¿por que aplauden? ¿Firmarían ellos algo que no entendiesen?

Cada vez pienso más que las personas somos en general estúpidas. La prueba la tenemos en tantas y tantas personas que seguimos ciegamente a alguien. Así nos va.

SERGIO ORTEGA GAMERO

jueves, 21 de junio de 2007

Terrorismo de Estado

Leía yo hoy que un tal Eligio Hernández, ex fiscal general del Estado (qué querrá significar eso), ha venido haciendo declaraciones de homenaje a unas persona apellidada Galindo. Decía el ex fiscal que había que elogiarle por su perseverancia en la lucha contra el terrorismo (véase http://www.canarias-semanal.com/EXTERNAS/E985/E9850.HTML ). Yo, como de los años noventa no es que me acuerde mucho de la política, porque tenía cosas mejores que hacer como jugar a las chapas (deporte muy entretenido este, y que los niños debieran precticar más a menudo), me he dedicado a buscar por Internet las azañas de semejante héroe. En realidad he encontrado con una serie de noticias que la verdad no me las esperaba.

Resulta que un ex-fiscal general del Estado está elogiando a unos terroristas, pagados eso sí por el Estado. Como dicen muchos de los medios que se han hecho eco de semejante barbaridad, yo me pregunto: ¿cuál es la diferencia entre terrorismo y servicio a la patria? Pongamos un ejemplo claro:
David Ben Gurión. Este hombre fue uno de los fundadores del Estado de Israel. Hasta aquí nada interesante. Pero si investigamos un poco más podemos leer lo siguiente: "Caminabamos juntos al aire libre, Ben Gurion nos acompañaba. Allon repitió su pregunta, ¿ Qué debemos hacer con la población palestina? Ben Gurion movió sus manos en un gesto que quiso decir ' expulsarles fuera' " ( Memorias de Ytzhak Rabin, versión censurada, publicada en el NY Times, el 23 de Octubre de 1979; la Descripción de Rabin sobre la conquista de Lydda, después de la conclusión del Plan Dalet) (para más información véase esta página: http://www.lafogata.org/02oriente/6oriente/historia.htm). De hecho he puesto este ejemplo para refutar a las personas que me puedan argumentar que el terrorismo no da beneficios, y que con terroristas no se puede negociar. La realidad nos demuestra todo lo contrario.

Y de aquí la pregunta más importante: ¿qué es el terrorismo? La RAE nos muestra dos entradas: "dominación por el terror", y "
sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror". Bien, si tomamos estas definiciones y las aplicamos a las accoines cometidas por Israel, por E.T.A., por el gobierno español (examínese el caso que nos ocupa más profundamente) yo mismo me hago otra pregunta: ¿qué diferencia hay entre la violencia ejercida por una "organización terrorista" y la ejercida "legítimamente" por el Estado? Cuando un Estado se dedica a aterrorizar a otas poblaciones, ¿deviene en banda armada? Ya lo dijo el III Duque de Alba: "No dan leyes los vencidos, sino los vencedores", y Cánovas del Castillo más claramente: "cuando la fuerza crea el Estado, la fuerza constituye el Derecho".

Quien quiera entender, que entienda



martes, 19 de junio de 2007

Liberalización de los horarios comerciales

Asistimos hoy a un nuevo capítulo del liberalismo. Ha anunciado Esperanza Aguirre su intención de liberalizar los horarios comerciales. Un paso más entre todos los que dio su predecesor Ruíz Gallardón.

Convendría ahora analizar este suceso a la luz de la economía madrileña. Tendremos que tener en cuenta que a la mayor parte del comercio local, pequeño comercio al fin y al cabo, le resulta totalmente imposible el abrir las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Luego realmente semejante medida, ¿a quién beneficia? Se nos vienen a la cabeza determinadas marcas: Corte Inglés, Carrefour, Zara... Podremos dar tranquilamente un paseo por las calles más boyantes de Madrid para comprobar en manos de quién están esos locales. Paseemos por Preciados, Goya, Velázquez, Serrano... Nada desdeñable es tampoco la influencia china aquí en Madrid, y en el resto de España me atrevería a decir. No tenemos más que comprobar que muchos de sus locales no cumplen ni la mitad de requisitos de los que cumplen sus homólogos españoles, por no hablar de los horarios de trabajo y de la edad de los dependientes.

Les aconsejaría a mis lectores que se leyesen "la Riqueza de las naciones" de Adam Smith, un autor nada sospechoso de socialismo. Se darían cuenta de que para llevar a cabo un verdadero liberalismo todos los competidores deben partir en iguales condiciones. En este caso una tienda de barrio no tiene las mismas condiciones que El Corte Inglés. Es una pena que Adam Smith se opusiese a los monopolios, pero eso a muchos turiferarios del liberalismo se les pasa.

También podemos observar de manera atónita cómo el Estado hace cejación de una de sus más importantes funciones, como es la de regulación de la competencia, o como es también la de redistribución de la renta. La cosa es bastante sencilla: ¿qué es más fácil, que se asocien 10 pequeños comerciantes, que a duras penas controlarán una calle de un barrio, o que se unan un par de grandes almacenes para incrementar los precios en una provincia, comunidad autónoma o país? Por fuerza llego a la conclusión de que se pretende crear monopolios, pero privados eso sí.

Bástenos con contemplar el acoso al pequeño comercio que se lleva realizando desde los años 90. Los nuevos barrios construidos en los alrededores de Madrid no tienen calles comerciales, ni siquiera tienen apenas comercios. Lo único que tienen es un gran centro comercial en el centro que sirve de abastecimiento al resto de personas. Resultado: barrios totalmente desangelados. Pero no hay problema, porque ya recurrirá el señor alcalde al pequeño comercio exhortándole a que no cierre el mes de verano para que los turistas vean que Madrid sí que tiene vida.

Quien quiera entender, que entienda.

Política y cultura - Template Design | Elque 2007